Así como en verano una piscina es obligatoria, en invierno, quizá una chimenea no sea tan obligatoria, pero si es un elemento que potencia la experiencia de la casa rural. El ambiente que logra crear una buena chimenea, en términos de calidez e incluso del aroma, no tiene parangón. Si te llueve por ejemplo durante tu estancia, estar con tu familia o grupo de amigos, en el sofá, con la chimenea bien caldeada, quizá con una manta calentándote los pies mientras te tomas un chocolate caliente o un buen whiskey, puede ser una experiencia muy gratificante, mientras escuchas las gotas de lluvia repiqueteando en las cristaleras de la casa.
En Hacienda Los Olivos tenemos una chimenea generosa, que funciona perfectamente, hace el tiro a la perfección (el humo íntegro sube por su salida), y la leña va siempre incluida en el precio que te proporcionamos.
A continuación te contamos todos los trucos para que le saques el máximo partido a la chimenea de tu casa rural y máxime si es la primera vez que enciendes una.
TE CONTAMOS TODOS LOS PASOS PARA ENCENDER TU CHIMENEA DE MANERA SEGURA Y FACIL.
Si vives en un piso o simplemente no has tenido la oportunidad de encender tu solito una chimenea, es más que normal que albergues dudas de cómo hacerlo. El fuego se descubrió hace miles de años, pero como ya no lo necesitamos tanto pues la verdad es que prender un fuego no todo el mundo sabe hacerlo. En esta entrada vamos a compartir contigo la parte teórica (la práctica la tendrás que hacer tú) de todos los pasos necesarios para encender tu chimenea de manera ágil y segura para que puedas disfrutar de forma segura del calor y atmósfera únicas que solo una buena chimenea puede ofrecer.
La chimenea te ayuda a mantener caliente tu casa y puede contribuir a que ahorres algo en tu factura de la luz, a la par que te permite vivir momentos especiales, sea viendo una peli en una fría noche de invierno, pasar una velada romántica con tu pareja o simplemente leer un buen libro mientras fuera el cielo se cae a mares.
Mientras más calidad tenga la leña, mejor.
Cuando hablamos de leña de calidad hablamos de árboles que tengan la madera lo más dura, compacta y pesada posible. La mejor leña, sin ninguna discusión, es de la encina, ya que es muy dura y resiste muy bien la humedad, lo que favorece su rápida ignición y su lenta combustión, lo que te permite gastar poca leña para que la chimenea caldeé la estancia durante más tiempo. También produce menos humo aunque de precio es un poco más cara que las demás
Otra opción interesante, más económica, y equilibrada en términos de facilidad de ignición y durabilidad de la combustión, es la leña procedente del olivo.
La leña, mientras más seca esté mejor, y que no tenga brotes verdes. Los brotes verdes producen mucho humo y además quiere decir que la leña tiene alguna humedad natural en su interior y costará más que prenda.
Teniendo esto claro, sigamos adelante.
Cómo debemos colocar la leña en la chimenea para optimizar el encendido.
La disposición de la leña en el interior de la chimenea es crucial para que la chimenea funcione adecuadamente y que el fuego prenda de forma rápida. Primero tienes que crear una base con un tronco mediano. Encima de este tronco vamos a poner ramas finas como si hiciéramos una pequeña cabaña. El objetivo es que nuestra cabaña esté cerrada por los laterales pero que no tenga techo, es decir, que las ramitas no tapen la base que hemos construido. Ello favorecerá que el aire circule con mayor flujo, y ya sabemos que el aire transporta el oxígeno que ayudará a que el fuego prenda mejor.
Una vez dispuesta de manera correcta nuestra base y la "cabaña", hay que decidir la forma que vamos elegir para prender la chimenea. Te enumeramos aquí los más comunes y sencillos.
Usando papeles. Arden con mucha facilidad, muy rápidamente, y son económicas. Si se tiene el cuidado necesario es la forma más sencilla de prender el fuego. Cogemos por ejemplo hojas de periódico, hacemos una bola, y la colocamos en el hueco de nuestra base y la cabaña, y acto seguido, le prendemos fuego con cerillas o un mechero. Si usas un encendedor largo es más fácil todavía. Verás que el papel arde muy muy rápido. Si has puesto las ramas secas y muy finas, el fuego del papel hará arder las ramitas. Una vez que las ramitas ardan durante un tiempo, el fuego empezará a calentar el tronco que pusimos de base y poco a poco arderá también. Por si acaso ten siempre a mano papel y ramitas extra a mano.
Pastillas para encender fuego. La verdad es que son una solución muy eficaz y práctica. Debes encender una y procurar que caiga justo en el centro de nuestra cabaña. Si ves que no tira bien, puedes siempre usar más para que sea más fácil.
Gel para fuego de chimeneas o líquido. Son el sistema más eficaz y caro también.
Ya tenemos el fuego, ahora hay que estabilizarlo y mantenerlo.
Una vez que veas que el fuego es una realidad consistente, es el momento de alimentar el fuego con un tronco adicional. Lo que tenemos que hacer es aproximar manualmente el tronco a la llama hasta que el tronco empieza a arder. Después lo puede dejar descansar en la chimenea,
Si por lo que sea el tronco base no llega a prender, aprovecharemos la llama existente para introducir otro tronco pequeño, y una vez prendido, el tronco base arderá con casi total seguridad.
De media, si empleamos 2 troncos gruesos, esto nos dará para 1 hora de fuego aproximadamente.
Controlar la circulación del aire y emplear el fuelle.
La correcta aportación de aire al fuego es el elemento más preponderante para que el fuego se mantenga firme y duradero. Herramientas como el fuelle (o un cartón para abanicar el fuego), son de gran ayuda para darle vida a las llamas cuando los veamos conveniente. Con el aporte extra de aire no solo conseguimos mantener el fuego existente, si no que nos permite ir introduciendo nuevos troncos y que se prenda adecuadamente.
Como realizar el mantenimiento de la chimenea.
Una vez hayamos aprendido a prender la chimenea, toca mantenerla en perfectas condiciones.
El correcto mantenimiento de la chimenea es esencial para que funcione adecuadamente y de forma segura durante toda su vida útil.
Lo que se debe hacer es limpiarla con mucho ahínco cuando termine la época del fuego y durante la temporada de frío hay que limpiarla semanalmente. Hay que eliminar del tiro (el conducto por el que sube el humo) los residuos que produce la combustión para evitar que las costras que se van formando impidan la correcta evacuación del humo y dificultan la ventilación de la chimenea.
Y por supuesto, esto no se considera mantenimiento. Las cenizas del fuego anterior hay que removerlas antes de iniciar el siguiente.
Características de los distintos tipos de madera para encender el fuego de tu chimenea.
El tipo de leña que elijamos para encender nuestra chimenea afecta al tipo de fuego que produce, la durabilidad del mismo y los residuos que deja.
En los países del Norte de Europa, lluviosos, donde los bosques y arboledas abundan por doquier, muchas veces los propios ciudadanos cortan su propia leña a voluntad. En España, un país más seco, sobre todo en la zona sur, pues no existe esa posibilidad y la leña hay que comprarla, por eso es bueno saber en que nos estamos gastando el dinero.
¿Qué debemos valorar a la hora de comprar un tipo de leña u otro?
Son varios los factores a tener en cuenta cuando vamos a comprar la leña de nuestra chimenea. De entrada, elige siempre que puedas leña que esté seca y con muy poca humedad, lo que facilitará la combustión y disminuye considerablemente la emisión de humo. La madera de roble, por ejemplo, es una leña dura perfecta para cualquier chimenea. Debes contemplar la dimensión de los troncos para adecuarlos al tamaño de la chimenea. La leña tiene que estar guardada en un sitio seco y bien ventilado.
QUE TIPOS DE CHIMENEA EXISTEN (ABIERTAS Y CERRADAS)
Chimenea abierta:
Estética. Las chimeneas son el modelo más tradicional y son quizá las mejores a la hora de proporcionar una experiencia más intensa, ya que podemos ver el titilar de las llamas y el crepitar del fuego.
Calor radiante: Es una modalidad de calefacción que no es muy eficiente, ya que buena parte del calor se pierde por el tiro de la chimenea.
Cómo son menos eficientes demandan más cantidad de leña para que el fuego se mantenga en condiciones para proporcionar calor.
Al ser abiertas, naturalmente que la generación de humos y cenizas es más abundante que en otros modelos cerrados, y requieren una limpieza y mantenimiento más intenso.
Es la solución perfecta para aquellos que además de calentarse, valoran el ritual de encender el fuego y observarlo a viva llama.
Chimenea cerrada:
Eficiencia: Son sin duda las más eficientes, ya que el calor permanece en la habitación y se logra controlar la temperatura de manera más precisa.
Seguridad: Naturalmente, al ser cerrados, evitan que exista riesgo de que las llamas y las chispas se proyecten hacia el exterior, evitando riesgos de accidentes y fuegos indeseados.
La mayor eficiencia permite generar el mismo calor con menor leña en comparación con las chimeneas abiertas.
Producen menos humo y ceniza, lo que facilita su limpieza y mantenimientos.
Son la opción ideal para aquellos que buscan una fuente de calor eficiente y centrada simplemente en el efecto que produce. Sin romanticismos.
CUAL ES EL PODER DE CALOR DE LA LEÑA.
Independiente del tipo de leña que elijamos, en lo que atañe al poder calorífico, se mueve entre las 4.420 a 4.540 kcal por kilogramo.
La potencia calorífica del fuego está íntimamente vinculado a los siguientes aspectos:
La velocidad del viento en el fuego que se produce al aire libre.
En un fuego de chimenea, depende de la cantidad de aire frío que se tira dentro del fuego.
¿Cuál es la leña con mayor capacidad calorífica?
La leña de roble y olivo tienen mucha potencia, y rondan las 4600 kilocalorías por kilogramo, aunque la campeona por excelencia y la que más calor proporciona es la de la encina, no tanto por la potencia del fuego, que ronda las 4540 kilocalorías por kilogramo (menos que el roble y el olivo), si no por la durabilidad de la madera, ya que es la que más tarda en consumirse.
Relación de humedad y sequedad de la leña.
La humedad que alberga la leña es esencial a la hora de medir la eficiencia y seguridad de la combustión, ya sea en chimeneas, estufas o sistemas de calefacción que funcionan con leña. La leña viva, o recién cortada, conocida como "verde", por norma viene cargada de humedad, que puede superar hasta el 50%. Para que podamos hablar de una leña eficiente, los niveles de humedad deben estar como mínimo, por debajo del 20%.
Por eso decíamos más arriba que la leña tiene que estar guardada en sitios secos y aireados durante un periodo de tiempo que idealmente puede demorarse meses o incluso años, según el tipo de secado que queramos alcanzar y el tipo de leña. Para potencial el secado, la leña no debe estar en contacto con el suelo y por supuesto que no la toque la lluvia o la nieve.
COMPARACION DE LA MADERA DURA CON LA MADERA BLANDA.
Cada una de ellas tiene sus características propias, en lo que atañe a su densidad o potencia calorífica... Ello hace que la forma en que se comporta cada tipo de madera sea diferente y se aconseje el uso de una u otra según el tipo de fuego que queramos obtener. Aquí te mostramos las principales:
Maderas duras. Básicamente son las que proporcionan más calor y son más duraderas. Aquí hablamos de la encina, el nogal, el abedul, el fresno, el olmo, el olivo... Todas tienen mucha fuerza calorífica y son de lenta combustión, y proporcionan ascuas incandescentes que mantienen la estancia caliente después de que el fuego se haya extinguido. El abedul es el árbol que proporciona el fuego más vivo y el que más rápidamente arde.
Maderas blandas. Son las mejores para prender el primer fuego de la chimenea y para azuzar el fuego cuando nos interese. El poder calorífico es menor, aunque arde antes, por lo que está indicada para cuando quieres encender el fuego rápido o quieres mantener la habitación caliente en periodos cortos de tiempo. Maderas blandas son el pino, el abeto, el cedro, el castaño y de modo genérico la de los árboles frutales o de rápido crecimiento. Son también las maderas más económicas.
En relación al nivel de humedad, el periodo de secado es más largo en las maderas duras que en las blandas. Por poner un ejemplo, para que se seque una madera de pino, precisamos entre 6 a 12 meses. Maderas duras como la encina pueden necesitar hasta 24 meses de secado.
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LAS MADERAS DURAS Y BLANDAS.
Ventajas de la madera dura.
Son más densas y tienen más potencia de calor. Son perfectas para calentar, ya que liberan más calor cuando se queman.
Duran más y tienen mayor resistencia: Ofrecen mayor resistencia a la humedad y a la descomposición. Son ideales para la fabricación de mueble y para uso en construcción
Estéticamente son maderas que ofrecen un apelativo especial. Muchas de ellas tienen vetas o tonalidades brillantes que destacan, y por ello son muy apreciadas por los carpinteros o decoradores.
Inconvenientes de la madera dura.
Son más caras y abundan mucho menos.
Al ser tan densas, trabajarlas es una labor más ardua.
Ventajas de las maderas blandas:
Son más económicas y existe una oferta muy superior a las maderas duras.
Al ser más blandas, los trabajos de carpintería son más sencillos y exigen ejercer menos fuerza sobre ellas.
Son mejores que las duras para usarlas como elementos de aislante térmico y acústico
Inconvenientes de la madera blanda.
Su potencia de calor es muy inferior a la madera dura. No son las más indicadas para fines de calefacción.
Se humedecen con mayor facilidad y se descomponen con mayor rapidez.
Árboles que proporcionan maderas duras.
El roble. Se emplea cuando se quieren fabricar muebles de elevada calidad, para los suelos o carpintería.
El arce. Es una madera muy bella y con veteados preciosos. Muy apreciado para fabricar instrumentos de música.
La haya. Reúne dos características difíciles de encontrar, como son la densidad y la flexibilidad. Se usan para la fabricación de muebles sobre todo en el norte de Europa.
Árboles que proporcionan maderas blandas.
El pino. Es quizá la más común de las maderas blandas. Su uso está muy extendido en la construcción de edificios, muebles y carpintería.
El abeto. Muy empleada en la fabricación de tableros contrachapados.
El cedro. A pesar de ser blanda, su apreciado aroma y su resistencia ante las plagas la hacen muy codiciada para fabricar muebles y armarios.
La picea. Se usa especialmente para fabricar tapas de guitarras acústicas.
CUAL ES LA MEJOR MADERA LEÑA PARA LA CHIMENEA.
Sin lugar a dudas la leña de encina. Muy dura y le planta cara la humedad. De lenta combustión, produce mucho calor. Cuando cortada desprende un aroma muy particular. 2 metros cúbicos de leña de encina cuesta sobre 150 euros.
Bueno. Pues hasta aquí llega el tema de las chimeneas. Gracias como siempre por leerme (aunque sea una línea 😊) Y como siempre digo, nada me proporciona mayor satisfacción que recibirte en mi Hacienda y servirte para que tu experiencia sea lo más cercana posible a la perfección.
Y la leña va metida en el precio. 😀